Santa Margalida es un tranquilo pueblo situado en el norte de Mallorca, rodeado de amplios campos agrícolas. En el corazón del pueblo se encuentra la Plaza Mayor, un punto de encuentro donde se celebran numerosos eventos y actividades locales. Un lugar imprescindible para visitar es la iglesia de Santa Margalida, de estilo gótico, que se alza cerca de la plaza y ofrece vistas impresionantes de la Serra de Tramuntana. Otro atractivo histórico es el Pou d’Hero, una fuente de origen romano ubicada a las afueras del pueblo. También merece la pena visitar el centro cultural Joan Mascaró i Fornés, situado en el edificio de S’Escola Vella.
El entorno natural de Santa Margalida es perfecto para disfrutar de rutas y excursiones, permitiendo explorar paisajes rurales y vistas panorámicas del norte de Mallorca.
Las fiestas de Santa Margalida son una expresión viva de sus tradiciones. El domingo antes de Pascua se celebra la Fira de Santa Margalida, una feria que destaca por su oferta de productos locales y artesanía. En julio, se celebran las fiestas patronales en honor a Santa Margalida. Pero la fiesta realmente destacable y más importante se celebra a finales de verano, las Fiestas de la Beata, y es una de las festividades más destacadas de Mallorca. El primer domingo de septiembre tiene lugar la procesión, considerada la más típica de Mallorca, que se remonta a más de dos siglos de antigüedad. Durante la procesión, los «dimonis» (demonios) recorren las calles, y las carrozas representan los pasajes de la vida de Sor Catalina Tomás. Los participantes, vestidos de payeses, aportan un carácter muy especial y emotivo a la celebración.
Santa Margalida también es conocida por su excelente gastronomía. En los bares y restaurantes del pueblo se pueden degustar auténticas tapas mallorquinas, los tradicionales «variats» o disfrutar de un delicioso «pa amb oli» preparado con productos locales y de calidad, perfectos para una merienda a media mañana… o a cualquier hora. Sin embargo, lo que realmente hace especial a Santa Margalida es su gente, su amabilidad y la autenticidad de sus costumbres.